El poder de la próstata y de la eyaculación femenina.

Parece que estos últimos años atrás se ha puesto de moda el “squirting”, anglicismo para definir la eyaculación femenina. Esta moda, como todas, hace que haya nuevas problemáticas a la hora de poder disfrutar satisfactoriamente de nuestra sexualidad, convirtiéndolo en una obsesión o aspiración más.

¿Qué es?

La eyaculación femenina es el líquido prostático que se expulsa durante las relaciones sexuales o en puntos altos de placer, pero no antes de que la acción comience como es el caso de la lubricación. Es absolutamente normal sentir ganas de orinar en el momento en que vamos a eyacular o cuando nuestra próstata es estimulada, pero cuando estamos excitadas la válvula que abre y cierra la conexión entre vejiga y uretra se cierra imposibilitando el orinar.

El color es transparente o blanquecino y su olor es muy sutil, aunque esto depende bastante de lo que comemos y también del momento del ciclo en el que estemos. Sobre la cantidad y forma de eyacular varia, como lo hacen los orgasmos y el placer, puedes eyacular una cantidad de líquido pequeña o como una fuente.

Las vulvas que no experimentan eyaculaciones visibles durante el orgasmo o la excitación sexual, en realidad están eyaculando hacia adentro, de modo que ese líquido va a parar a la vejiga y es orinado inmediatamente después del orgasmo o estimulación.

Por lo tanto, la eyaculación se da cuando estamos excitadas o cuando se produce una estimulación directa generando y almacenando líquido que se expulsará en los momentos intensos de placer o durante el orgasmo, en una dirección u otra (hacia fuera o hacia la vejiga). Es un error pensar que la eyaculación y el orgasmo van de la mano ya que el clítoris es un órgano y la próstata otro, al igual que el hombre puede eyacular sin tener orgasmo o tener orgasmos secos sin eyacular.

¿Dónde está la próstata?

La próstata se ubica de forma paralela a la vagina y se posiciona a unos dos centímetros de la entrada de esta. Solo tenéis que meteros los dedos (índice y corazón) en la vagina cuando estéis excitadas y presionar hacia el hueso púbico. Notaréis una parte densa y que al contraer los músculos de la vagina no se contrae porque no es un músculo. Si la movéis hacia los lados veréis que es escurridiza. 

El tamaño de nuestra próstata oscila entre los dos y los cinco centímetros en reposo. Cuando está llena puede llegar a triplicar su tamaño. Su tejido es esponjoso y esta compuesta por múltiples glándulas juntas. Tiene un conducto que la comunica con el exterior y cuyas salidas están situadas a los lados del meato urinario (lo que han colonizado como orificios de Skene por el científico que las descubrió), pero esto puede variar porque su posición es muy versátil.

¿Por qué se nos ocultó?

Durante siglos la medicina tuvo bastantes quebraderos de cabeza con que no fuésemos capaces de tener orgasmos con la mera penetración por lo que el señor Grafenberg, con sus investigaciones dio lugar a la teoría del Punto G, en honor a su nombre, afirmando que el orgasmo vaginal era posible por cierta área vaginal creando así la confusión de mujeres vaginales y clitorianas. Pero como ya vimos en el anterior post, el único órgano capaz de generar un orgasmo es el clítoris.

La teoría del punto G es ese tipo de mentiras que absorbemos como verdades, sin cuestionamientos, porque es cómodo, práctico y ahorra problemas. El hecho de que lo llamaran punto es acorde con el ideal de mujer débil, pequeña, sutil… pero un órgano que mide centímetros poco tiene que ver con el tamaño de un punto.

El éxito que ha tenido el Punto G fue por desvalorar y excluir al clítoris y por ocultar el nombre de ese órgano que tenemos en común hombres y mujeres llamado próstata. Reconocerlo sería desmentir las diferencias que hay entre unos cuerpos y otros, por lo que no habría ninguna razón que avalase científicamente el seguir sosteniendo la dominación patriarcal. Que las mujeres eyaculemos deshace el binarismo de género. Si tenemos próstata, si eyaculamos, si tenemos glande y una estructura interior muy similar al pene no habría base para la diferenciación. Los géneros son una construcción social sustentada en hipotéticas diferencias biológicas.

Técnicas

Cada persona es un mundo y por eso hay diversas formas de conseguir eyacular. La musculatura pubocoxígea tiene un papel fundamental en nuestra sexualidad y en nuestra eyaculación.

Cuando estamos manteniendo relaciones sexuales o amándonos a nosotras mismas solemos contraer toda la musculatura pélvica, las piernas, los glúteos y hasta la mandíbula, pero para poder hacer posible la eyaculación necesitamos relajarnos.

Una de las mejores técnicas es presionar repetidamente y enérgicamente con dos dedos, como el índice y el corazón, directamente sobre la próstata con un movimiento de dentro hacia fuera hacia el hueso púbico, como si estuviésemos llamando a alguien (movimiento de “ven aquí”). Para hacerlo sin ayuda de nadie, una vez que estemos excitadas la mejor posición es de cuclillas, apoyando la espalda contra la pared, ya que al estar en vertical la gravedad nos puede ayudar.

Otra técnica es la de empujar, al respirar retener el aire en los pulmones y empujarlo hacia abajo. Para las que tienen la musculatura pubocoxígea entrenada la contracción vaginal suele ayudar a la eyaculación.

Esta bien saber, conocernos y liberarnos del desconocimiento, pero siempre que sea desde el placer no desde la presión y competición, no es un objetivo más a cumplir  porque demasiados tenemos ya. Ahora tienes todos los pasos a seguir, pero no te obsesiones porque si lo haces no te relajarás y no podrás disfrutar de esa sensación de liberación que produce eyaculación. Empieza por entender que llevas toda una vida sin saber que podías, por lo que tienes que ser paciente, las cosas no cambian de un día para otro. Y si no lo consigues, no pasa nada, es otra herramienta pero no la única para disfrutarte, ahora ya sabes que puedes hacerlo.

Recomendaciones:

  • La importancia del lenguaje. Elimina de tu vocabulario el Punto G, Squirting, orificios de Skene u orificios de Bartolini y llámalos por su correspondiente nombre, como Próstata, eyaculación, orificios de eyaculación y orificios de lubricación. Llamemos a nuestras partes corporales por sus nombres porque nuestro cuerpo es nuestro por mucho que hayan querido colonizarlo.
  • Investiga dónde está tu próstata e intenta estimularla sin presión, desde la relajación y la paciencia.

Bibliografia: Experiencia personal y “Coño Potens” de Diana J.

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